transporte. Estas propuestas incluyen la posibilidad de construir corredores bioceánicos
que conecten a Argentina y Chile. Además, existen propuestas para desarrollar y renovar
puentes, hidro vías, gasoductos, carreteras, puertos, ferrocarriles y líneas de transmisión
eléctrica. Sin embargo, como anticipamos, antes de la invitación a los países
latinoamericanos a integrarse a la Iniciativa, ya se habían concretado inversiones y
provisión de financiamiento de parte de actores chinos en proyectos de infraestructura.
En los párrafos que siguen se detallan los proyectos más relevantes que involucraron la
participación de empresas estatales y privadas chinas, principalmente en Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, antes y luego de 2018.
A partir de la crisis financiera de 2008, el auge crediticio de China se multiplicó.
Las empresas chinas comenzaron a invertir y los bancos chinos a financiar proyectos de
infraestructura energética y de transporte en Sudamérica. Entre los casos más destacados
se incluye la participación de Sinohydro en la represa Coca-Codo Sinclair en Ecuador
desde 2010; la participación de Gezhouba en las represas Kirchner y Cepernic en la
provincia de Santa Cruz, Argentina, conjuntamente con Electroingeniería e Hidrocuyo,
desde 2013 –que contó con financiamiento del Banco de Desarrollo de China (BDC), el
Banco Industrial y Comercial de China (ICBC, por sus siglas en inglés) y el Banco de
China–; y la participación de China Three Gorges en las represas Jupiá e Ilha Solteira en
Brasil desde 2015 (Laufer 2020). En el caso de Perú, la empresa Sinohydro ganó la
licitación para la construcción de la central hidroeléctrica San Gabán III, en Puno, en
2021. En abril de 2019, Perú había firmado el memorando para ingresar a la IFyR.
Por su parte, en 2018 la empresa China Shouthern Power Grid se quedó con el
27% de Transelec, la mayor operadora de redes de alta tensión en Chile. Esto ocurrió
unos meses antes de que Chile se integrara a la IFyR. En 2020, State Grid adquirió la
Compañía General de Electricidad. Además, State Grid completó la compra del 100% de
Sempra Energy en Chilquinta Energía, el tercer mayor distribuidor de energía en Chile.
Como resultado, las empresas chinas ahora controlan el 57% de la distribución total de
energía chilena. En las negociaciones para el ingreso de Argentina a la IFyR se acordó
impulsar proyectos para ampliar el sistema de transporte eléctrico en la provincia de
Buenos Aires: estarían a cargo de State Grid y contarían con financiamiento del BDC y
el ICBC. En Brasil, State Grid representó el 95% del total invertido en el sector de
transmisión eléctrica hasta 2019. Luego de adquirir CPFL, la mayor empresa privada de
energía en Brasil, State Grid logró hacerse del control de la línea de transmisión más
extensa de América Latina. Las firmas China Three Gorges, EDP, Celesc y Zhejiang