14
Respecto al diálogo de saberes, se parte de la cronología de los hechos en la conservación o
extinción de ciertos conocimientos. Ello nos permite comprender que, para promover este
diálogo, debe existir un objetivo común, o al menos cercano a las necesidades de los que en él
participan. En la sustentabilidad, se parte de los saberes ecológicos, sociales, culturales,
políticos, éticos, económicos e institucionales. Desde el pensamiento crítico, contribuimos a
marcar algunos criterios del diálogo de saberes, bien para el análisis, la averiguación, la
validación o refutación:
• concientización por problemas ecológico-ambientales;
• proceso de solución de problemas ecológico-ambientales entre sectores (academia,
empresas, instituciones, organizaciones tradicionales, comunidades) (proyectos,
programas, acuerdos, negociaciones, tratados);
• lo intercultural de los interlocutores en la interacción comunicativa. Intercambio de
información y documentos entre grupos culturales diversos;
• formas de comunicación (verbal, escrita, simbólica [gestos, señas, expresiones]);
• lenguaje. Entonación de voz (cuándo, a quién y en qué momento cambia a fuerte, débil
o moderada), e
• intercambio de información material (escritos, tecnología, imágenes, semillas,
alimentos, artesanías) e inmaterial (ideas, creencias, valores).
La forma en la que se discuten esos criterios no obliga a seguirlos de manera secuencial,
simplemente es para organizarlos. La aceptación de los efectos antrópicos (a partir de la
experiencia social y la investigación) en los recursos naturales, entre los implicados, genera el
primer vínculo de aproximación para iniciar y mantener el diálogo; un diálogo intercultural
que sea abierto y sin prejuicios y que dé pie a que se expresen las diferentes racionalidades.
Una vez identificados los problemas ecológicos, correspondería discutir los acuerdos o
resoluciones entre organismos públicos, privados y comunitarios.
Por otro lado, la interculturalidad, espacio de apertura a otro tipo de pensamientos,
puede prevenir las imposiciones. Ello significa no desatender las formas ocultas o sutiles de
comunicación durante el diálogo. Es necesario valorar, recuperar y respetar las otras maneras
de mirar y saber, las tradiciones, los autores, otras voces y experiencias, para así iniciar la
construcción de nuevos modelos culturales. Es importante reconstruir nuestro presente
teniendo en cuenta la sabiduría popular, ampliando nuestros métodos de trabajo, las fuentes y
horizontes desde los que pensamos.