Eutopia.
Revista de Desarrollo Económico Territorial N.° 24, diciembre 2023, pp. 164-168 Andrea Carrión Hurtado, María Fernanda López Sandoval. 2021 Ciudades Intermedias y Nueva Ruralidad Quito. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales FLACSO Ecuador. (356
páginas). Gabriel Tenesaca Guzmán. Estudiante de Doctorado en Desarrollo Territorial en
FLACSO Ecuador. En los últimos años, las ciudades intermedias han ganado
protagonismo en los debates académicos y de planificación territorial, así como
en las políticas de desarrollo económico y regional que buscan alcanzar
equilibrios territoriales. Debido a sus características y funciones sociales,
económicas, culturales y políticas, además de ser consideradas núcleos
articuladores entre hinterlands rurales y
sistemas urbanos más amplios (elementos clave para el desarrollo territorial
según Canziani y Schejtman
2013), han surgido estudios que, por un lado, describen sus complejas
transformaciones socioespaciales y la emergencia de nuevas formas de ruralidad,
lo que ha desencadenado conflictos relacionados con el uso de suelo. Por otro
lado, estos estudios evidencian la necesidad de replantear la relación entre
territorio y poder en las políticas de desarrollo territorial. En este
contexto, Carrión y López (2021), invitan a reflexionar sobre la interacción de
los asentamientos humanos en sus territorios con su obra: Ciudades Intermedias
y Nueva Ruralidad, que sistematiza paneles académicos del XVII Encuentro de
Geógrafos de América Latina (EGAL) (2019), en colaboración con la Asociación
Geográfica del Ecuador (AGEC), FLACSO Ecuador y la Cooperación Técnica Alemana
(GIZ). De esta manera, las autoras revitalizan el debate sobre ciudades
intermedias y su relación con sus hinterlands
rurales, cuestionando los modelos de urbanización dominantes que perpetúan el
sistema urbano jerárquico y transforman las dinámicas territoriales de ciudades
más pequeñas, reproduciendo un conjunto de desigualdades sociales y espaciales
en diferentes escalas. Las autoras compilan catorce artículos organizados en
tres bloques temáticos: i) ciudades intermedias y nuevas formas de policentralidad; ii) el interfaz
urbano – rural: segregación, periurbanización y rururbanización; y iii)
asentamientos rurales y nueva ruralidad. Manzanal, introduce el libro señalando que las políticas
latinoamericanas de desarrollo del siglo pasado han sido recetarios generales
vinculados a intereses externos, de modo que no lograron contrarrestar las
condiciones estructurales y precarias que caracteriza a la región. Por el
contrario, perpetuaron las desigualdades económicas, políticas y sociales
existentes. Ello obligó a repensar las estrategias de desarrollo desde los
territorios en tanto que constructos sociales desde una posición protagónica, enfatizando
en la concertación y articulación público – privada, cohesión social, y
particularmente, en los actores territoriales, pero sin dejar de lado “la
disputa territorial, las relaciones de clase y de poder que atraviesan y son
fundantes del territorio, cualquiera que sea su escala o clasificación”
(Manzanal 2021; 7). A la luz de lo expuesto, la primera sección comprende
cuatro estudios que analizan las dinámicas territoriales de las ciudades
intermedias latinoamericanas. Schweitzer et al., por ejemplo, analizan el
ordenamiento territorial de las ciudades argentinas a partir de una
caracterización del sistema urbano regional basada en aspectos demográficos y
en su función social, económica, política y cultural como ejes vertebradores y
articuladores de un sistema urbano más amplio; estas ciudades consideradas como
centros revitalizadores de economías regionales, contrarrestan ciertas
polarizaciones que tienden a desencadenar las grandes ciudades y metrópolis
favorecidas por la globalización. Los autores remarcan el rol protagónico del
Estado en la elaboración y ejecución de políticas de desarrollo encaminadas a
la búsqueda de un equilibrio territorial sostenido en un esquema policéntrico
de núcleos urbanos. Continúa Hidalgo presentando su estudio sobre cómo los
procesos acelerados de urbanización durante las tres últimas décadas han
colonizado y transformado progresivamente áreas de sectores marinos, fluviales
y lacustres de Valparaíso y Antofagasta (Chile), siendo concebidas como
“espacios de reproducción – acumulación – sobreacumulación” que responden a
intereses específicos y estructuras privadas de poder. Según el autor, estos
grupos se ven favorecidos por el incipiente rol del Estado en cuanto a la
planificación territorial y a los vacíos legales, que otorgan un amplio margen
de maniobra al sector privado, especialmente a la industria inmobiliaria que
articula aspectos de vivienda, paisaje, naturaleza en detrimento de la
población local que se ve afectada por la especulación del suelo. En Brasil, Da Silveira, aborda el policentrismo
y su importancia en el análisis del desarrollo regional en Santa Cruz do Sul y
Lajeado (Rio Grande do Sul). Sus dinámicas económicas están fuertemente
vinculadas a los mercados internacionales a través de la agroindustria
tabaquera y de carne, respectivamente. Dada su importancia jerárquica en la red
urbana regional, también atraen a otras empresas regionales, promoviendo la
diversificación de su economía y perpetuando su centralidad. Le sigue,
Guerrero, quien analiza las dinámicas territoriales y las interrelaciones campo
ciudad en Baños y Jama (Ecuador). Se trata de poblados de diferente localidad,
características y naturaleza, con ciertas similitudes. Ambas ciudades muestran
diferentes vías de crecimiento poblacional dependiendo de su capacidad para
atraer población nacional y extranjera, su vinculación urbano rural, capital
social y aspectos históricos. La economía de Baños al estar vinculada al
turismo recibe importantes impulsos de los sectores públicos y privados, lo que
le permite mejorar sus servicios y mantener estrechas relaciones con sus áreas
rurales. Jama, por el contrario, no logra diversificar su economía ni tejer
vínculos productivos con sus entornos rurales, a diferencia de otras ciudades
cercanas. La segunda parte conglomera cinco estudios sobre procesos
de segregación y reproducción de las desigualdades sociales a partir del
crecimiento y expansión de las ciudades hacia zonas periurbanas y rururbanas. Así, Ruiz y colegas, examinan la segregación
socioespacial en áreas periurbanas de Morelia y Oaxaca (México), a partir de
modelo de ciudad fragmentada (Borsdof, Bahr y
Janoschka, 2002), pero incorporando aspectos estructurales e históricos. Los
autores evidencian que, si bien este fenómeno responde al crecimiento acelerado
de las ciudades, producto de las políticas neoliberales y de globalización, los
aspectos estructurales e históricos también influyen en dicho proceso.
Asimismo, De la Barra, aborda la expansión urbana y los gestantes procesos de
gentrificación en Punta Arenas (Chile) impulsados por el capital inmobiliario.
Esta ciudad se ha visto sometida a los intereses económicos de grandes
constructoras, causando incertidumbre en la población local por los efectos
gentrificadores, encarecimiento del suelo, la transformación gradual del
paisaje, la contaminación y la carente infraestructura. Si bien el discurso
alude a la edificación de viviendas de carácter social, éstas han sido
reemplazadas por otras más grandes y de alto costo favoreciendo a las clases
acomodadas. Al debate, se suman Calero y Kralich,
quienes estudian los impactos socioespaciales y demográficos del agronegocio
florícola en Cayambe (Ecuador). En su opinión, la globalización reconfigura los
territorios y en función de sus especificidades y competitividades las vincula
a los mercados internacionales, de modo que su llegada en 1980 transformó sus
dinámicas socio económicas y productivas, al tiempo que profundizó las
desigualdades socioespaciales, pues su actividad se concentró en el centro de
la ciudad, dejando de lado las zonas marginales. Además, al tratarse de una
economía enclave, los sectores de servicios y comercio dependen estrictamente
de la producción florícola. Posteriormente, Lacatel,
analiza el desarrollo de actividades agrícolas en áreas urbanas y periurbanas
en Natal y Parnamirim (Rio Grande do Norte) como
potencial económico y para la seguridad alimentaria. En esta ciudad coexisten
actividades de diferentes épocas que reconfiguran el paisaje urbano, la
reproducción de lo urbano y permiten la existencia y mantenimiento de las actividades
rurales camufladas por la urbe. Así también, Mazorra
y colaboradores, analizan cómo en el proceso de expansión urbana, a pesar de la
existencia de un incipiente plan de ordenamiento territorial, proliferan la
construcción de viviendas informales e ilegales en áreas rurales de Popayán
(Colombia) agudizando sus condiciones estructurales como la falta de servicios
básicos, alcantarillado, zonas de esparcimiento, infraestructura, etc. Esto
responde a los altos precios del suelo destinado a vivienda social establecidos
por dicho plan, situación que aprovechan los promotores de vivienda informal
mediante créditos y costos bajos, que además están vinculados a conexiones
ilegales a redes eléctricas y de agua. Así pues, “la informalidad se concibe
como un producto directo del gobierno, que la ignora voluntariamente, la borra,
pero también, la apoya y estimula” (Mazorra et al.
2021; 228). La última parte aglutina cinco artículos que discuten las
dinámicas rurales dadas por el crecimiento de las ciudades intermedias. Inácio y Pansonato, exponen su
estudio sobre la producción del espacio social en el contexto de urbanización
en la región amazónica brasileña: Marabá. La
expansión urbana ha implicado la coexistencia de diferentes modos de vida entre
poblaciones campesinas y tradicionales que resisten a los procesos de expulsión
y, poblaciones urbanas que se esparcen progresivamente en el territorio. Ello
evidencia la necesidad de implementar políticas públicas espaciales y de
inclusión social que garanticen la permanencia de las poblaciones locales en la
ciudad en condiciones dignas. De inmediato, Delgado, identifica las
transformaciones de las dinámicas rurales y el conflicto de uso de suelo
asociadas al turismo metropolitano en Girardot (Colombia) y señala que la
creciente actividad turística ha promovido progresivamente la desagrarización
de la economía debido a la desvalorización de la actividad agrícola tradicional
y al mismo tiempo, la oferta de nuevos empleos ligados a las economías urbanas.
Esta actividad ha incentivado los procesos de suburbanización,
modificando los usos del suelo y las actividades económicas que originalmente
desarrollaba la población rural. De aquí, la necesidad de identificar
estrategias de articulación entre las actividades turísticas y rurales,
evitando que se sobreponga la una sobre la otra. Igualmente, García et.,
estudian los huertos familiares urbanos y sus beneficios económicos y su
contribución a la seguridad alimentaria en Colonia Juárez, El Carmen y el
Progreso Hidalgo (México). Los huertos urbanos pueden ser aprovechados por las
ciudades intermedias no solo para fortalecer las relaciones campo ciudad y
promover importantes iniciativas de desarrollo local, sino también para
contrarrestar los efectos de urbanización acelerada que ha venido
experimentando México. Asimismo, Torres y Peralvo,
aportan a este debate con una investigación que integra los elementos de la
noción de la nueva ruralidad y los procesos de gobernanza territorial en la
Mancomunidad del Chocó Andino de Pichincha (Ecuador). Según los autores, en el
contexto de la crisis ambiental actual, los espacios rurales adquieren vital
importancia para la creación de una nueva arquitectura institucional ambiental
capaz de mantener una relación sostenible sociedad – naturaleza, gestión que
“requiere proceso de gobernanza adaptativa multiescalar que se definen de
acuerdo con las condiciones ecológicas e institucionales de cada territorio”
(Torres y Peralvo 316), dotando de principal
protagonismo a los actores territoriales. Por último, Serafim,
analiza los procesos históricos de resistencia y organización social por parte
de los colonos de las zonas rurales de la selva norte de Pernambucana (Brasil),
debido al avance y expansión del capitalismo agroindustrial que supone la
expropiación y enajenación de tierras. La autora sostiene que el proyecto de
reforma agraria que comprende una restructuración y distribución integral de la
tierra, así como el apoyo eficiente en la productividad, suponen mecanismos
para promover no solo el bienestar de las familias locales, sino también el
desarrollo local y la articulación con otros sectores, debido a sus potenciales
resultados en términos socioeconómicos, así como en la mejora de las
condiciones de vida de quienes fueron excluidos del mercado de trabajo y acceso
a la tierra. Para concluir, cabe señalar que, a pesar de la
contribución potencial de estas ciudades para lograr equilibrios territoriales,
la ausencia o deficiencia de una planificación territorial adecuada y eficiente
podría acentuar los procesos de segregación socioespacial y conflictos en torno
al uso de suelo. Por tanto, los autores advierten sobre el riesgo de que el
crecimiento y expansión de las urbes hacia espacios periurbanos y rururbanos desencadenan tensiones socioeconómicas,
políticas y ambientales. Surge así la imperiosa necesidad de diseñar e
implementar políticas públicas socioespaciales eficientes, que no solo
promuevan la coexistencia armónica de modos de vida campesinos y urbanos,
aprovechando y valorizando las ventajas de cada uno de ello. Se trata además de
fortalecer el aparataje legal normativo sobre uso de suelo, a fin de regular la
especulación y contrarrestar los intereses del capital inmobiliario, así como
prevenir la proliferación de redes informales de vivienda. Además, se requieren
políticas encaminadas a mitigar los efectos de la segregación social y la
desigualdad ocasionados por el crecimiento no planificado de las urbes. En definitiva, esta obra no solo renueva y enriquece
sustantivamente la comprensión de las ciudades intermedias, sumándose a otras
contribuciones notables como la de Canziani y Shcejtman 2013, sino también ofrece insumos
teórico-metodológicos y empíricos para retomar el debate sobre qué tan nueva es
esta ruralidad, pregunta planteada por el sociólogo chileno Sergio Gómez a
inicios del nuevo milenio. Referencias bibliográficas Canziani José y Alexander Schejtman. 2013.
Ciudades intermedias y desarrollo territorial. Lima: Fondo Editorial PUCP. Carrión Andrea
y María Fernanda López, coord. 2021. Ciudades intermedias y nueva ruralidad.
Quito: FLACSO Ecuador Gómez Sergio. 2001. “¿Nueva Ruralidad? Un
aporte al debate” En Estudos Sociedade e Agricultura: 5 – 22.
ISSN 13905708/e-ISSN 26028239
DOI:10.17141/eutopia.24.2023.6035